Mensajes de la sesión de gobernanza multinivel de la Semana del Clima de Latinoamérica y el Caribe
- Autores: Aida Figari (LEDS LAC), Jordan Harris (Presidencia COP25)
Hoy (12 de mayo) en el marco de la Semana del Clima de Latinoamérica y el Caribe, se llevó a cabo la sesión “Gobernanza multinivel: Integrando la implementación de las NDC con la planificación y acción de nivel subnacional”. Estuvo co-organizada entre el Banco Mundial, la Presidencia de la COP25/Ministerio de Medio Ambiente de Chile y la plataforma LEDS LAC con el apoyo de CEPAL, EU, EUROCLIMA+, GCoM, ICLEI, C40, FLACMA, CC35, y The Climate Group con el objetivo de compartir experiencias regionales que contribuyan a fortalecer la discusión sobre la importancia de la gobernanza multinivel para una acción climática ambiciosa así como identificar buenas prácticas de integración de la acción climática subnacional.
Con palabras de bienvenida de la Ministra Carolina Schmidt, Presidenta de la COP25, y de Felice Zaccheo, Jefe de la Unidad de Operaciones Regionales para Latinoamérica y el Caribe de la Unión Europea, se enfatizó en la fortaleza de la acción multinivel en el camino hacia un desarrollo resiliente y de emisiones netas cero, la sesión abordó la temática a través de dos paneles con una diversidad de experiencias regionales.
El primer panel “Integrando a los gobiernos subnacionales en la formulación de políticas climáticas y en la actualización de las NDC” nos mostró las oportunidades y los retos de la articulación multinivel desde las perspectivas de tres niveles de gobierno distintos. Bajo la moderación de Joseluis Samaniego, Director de la División de Desarrollo Sostenible y Asentamientos Humanos de CEPAL, exploramos estas diversas experiencias:
- Desde el nivel municipal con la participación de Ximena Giraldo Malca, Gerente de Servicios a la Ciudad y Gestión Ambiental de la Municipalidad Metropolitana de Lima. La ciudad de Lima se encuentra ad-portas de ser aprobado el Plan de Cambio Climático para Lima al 2030 con una mirada prospectiva al 2050 y el objetivo de ser carbono neutral.
- Desde el nivel estatal con la participación de Inamara Melo, Secretaria Ejecutiva de Medio Ambiente y Sostenibilidad, Estado de Pernambuco, Brasil. Desde Pernambuco se explicó que los sectores más importantes en términos de emisiones son la agricultura, los bosques y los residuos, y que están trabajando en su trayectoria de descarbonización que incluye metas de corto, mediano y largo plazo, y medidas que han sido adaptadas a la realidad y contexto propios del territorio.
- Desde el nivel nacional con la participación de Florencia Mitchell, Directora Nacional de Cambio Climático del Ministerio de Ambiente y Desarrollo Sostenible de la República Argentina. El proceso para la actualización de la NDC de Argentina, comunicado a la UNFCCC en diciembre de 2020, se realizó a través del Gabinete Nacional de Cambio Climático (GNCC), mediante la articulación estratégica entre las distintas áreas del gobierno nacional, los gobiernos subnacionales y los actores de la sociedad civil. De particular importancia es el trabajo de la Mesa de Articulación Provincial, instancia que apoya al desarrollo de Planes de Respuesta al cambio climático subnacionales.
El segundo panel sobre “Implementación de acciones climáticas a nivel subnacional” buscó profundizar sobre experiencias concretas de gobiernos subnacionales, enfatizando en las oportunidades aprovechadas, los mecanismos de financiamiento, y la articulación con múltiples niveles y sectores requerida. Bajo la moderación de Jordan Harris, Coordinador de Gobiernos Subnacionales y Acción Climática de la Presidencia COP25, se compartieron tres casos:
Carolina Cosse, Intendenta de Montevideo, Uruguay.
Las acciones de Montevideo se enmarcan dentro de la estrategia de Uruguay al 2050 que incluye una meta de carbono neutralidad. Se menciona acciones de mitigación y adaptación como, por ejemplo, una planta de captura de biogás, la promoción del transporte eléctrico, la protección de la costa con recarga de arena, la solución del drenaje de la trama urbana y un proyecto de alimentación saludable que incluye la promoción del consumo de frutas y hortalizas de la zona rural de Montevideo. Se combina entre las acciones el uso de presupuesto propio de la ciudad y, en algunos casos, apoyo del Banco Interamericano de Desarrollo (BID). Se reconoce que el componente de comunicación con la población es importante porque son un aliado fundamental para fomentar mayor ambición en la acción climática subnacional.
Pedro Palacios, Alcalde de Cuenca, Ecuador.
Se reconoce que el aporte del Cantón de Cuenca representa solo el 3% de las emisiones de GEI del Ecuador, sin embargo, hay grandes esfuerzos en materia climática, aprovechando las oportunidades propias de la ciudad. Se compartió el proyecto de manejo de residuos de Pichacay. Enmarcado en una alianza público-privada con una empresa holandesa, se genera electricidad que es conectada a la matriz energética pública, beneficiando a 8,000 familias. Existen además otros proyectos importantes como el del reciclaje inclusivo del plástico que permite, a través de un trueque ambiental con recicladores, que se produzcan equipamientos para parques y jardines. También destacó un programa de conservación de bosques a la ribera del río para la protección de la cuenca, y la proyección de otras alianzas público-privadas para electrificar el transporte público, que representa la principal fuente de GEI. Estas y otras acciones climáticas han permitido a Cuenca pasar de una calificación de D recibida en el 2018 por el Pacto de Alcaldes a una calificación actual de B con respecto a sus emisiones de GEI, que representa un importante avance considerando que la calificación promedia en la región es un C.
Juan Quimbar, Director General Cambio Climático, Estado de Sonora, México.
En el Estado de Sonora, el 80% de las emisiones GEI provienen de la energía. En un proyecto en el que participaron el World Resources Institute (WRI), un panel de expertos de la academia local, representantes del sector privado, la municipalidad de Hermosillo como capital de Sonora, y el gobierno federal a través su programa de eficiencia energética, se llevó adelante un reto o “challenge”, invitando a los edificios que reduzcan su consumo energético en un año calendario. Se proporcionó un diagnóstico técnico como línea de base y se ofrecían alternativas de eficiencia, siendo las inversiones hechas por privados que reconocieron ahorros en costos de operación a largo plazo. Se vieron resultados en reducción en los recibos de luz y se generó una “cultura” de eficiencia energética en los sonorenses. El caso presentado generó gran interés por parte de la Intendenta de Montevideo, Carolina Cosse, quien pidió mayores detalles y gran potencial para colaboración entre las ciudades, compartiendo sus experiencias y acciones en materia de eficiencia energética.
Las reflexiones que resultan de haber escuchado esta diversidad de experiencias de ambos paneles permiten rescatar:
- Distintos roles desde distintos niveles: Cada nivel tiene oportunidades, desafíos y roles distintos que, sin embargo, requieren de una estrecha articulación y comunicación, siendo esta de doble vía. El nivel nacional proporciona el marco general (ejm. Leyes y Políticas de Cambio Climático, compromisos internacionales como las NDC en el marco del Acuerdo de París, Programas Nacionales de Eficiencia Energética, entre otros); el nivel estatal/regional/provincial actúa como bisagra, articulando lo nacional con lo local y adecuando las medidas a contextos propios territoriales (ejm. trayectorias de descarbonización, planes y estrategias de acción, participación en instancias de planificación nacional); el nivel municipal tiene cercanía con la ciudadanía, puede incidir en cambios de comportamiento y facilitar la ejecución de acciones locales de gran impacto (ejm aprovechamiento de biogás para electrificación de cantones, reciclaje inclusivo, soluciones basadas en la naturaleza, transporte y movilidad sostenible, entre otros).
- Espacios de articulación: El Acuerdo de París, que en la práctica decanta en procesos internos de actualización de las NDC o planificación de estrategias de largo plazo por parte de los países, evidencia la necesidad de contar con procesos de articulación multinivel y multiactor, y desencadena la creación de espacios de consulta y participación. Las experiencias compartidas muestran caminos tanto de top-down como también de bottom-up, con respecto a procesos de consulta, planificación o validación de políticas públicas, así como el establecimiento de mecanismos de articulación y participación formales en distintas instancias (ejm. Mesa de articulación provincial que es parte del Gabinete Ministerial de Cambio Climático de Argentina).
- Cuádruple hélice: Las experiencias compartidas evidencian el valor de la “cuádruple hélice” para avanzar en la implementación efectiva de las acciones climáticas, entendiéndose como el empuje que dan de manera coordinada la participación del sector público, privado, academia y sociedad civil. Se dio como ejemplo el proyecto de generación eléctrica con biogás de Cuenca y el programa de eficiencia energética de edificaciones de Sonora. Estos ejemplos, y la fortaleza que trae el abordaje multinivel y multisectorial a la implementación de acciones climáticas, demuestran la creciente necesidad de institucionalizar y formalizar mecanismos de planificación, coordinación e implementación que consideren la participación entre diferentes actores en distintos niveles de gobernanza.
- Grandes desafíos: Los procesos que se fortalecen de la articulación entre distintos niveles, sectores y actores, desde los compromisos nacionales como las NDC, las estrategias de largo plazo (sean de nivel país o de nivel subnacional), los planes de cambio climática o la implementación misma de las acciones climáticas enfrentan el desafío de cómo encontrar las complementariedades y sinergias entre las distintas partes, y cómo asegurar la articulación eficiente con la velocidad que se requiere para atender la urgencia climática. Un segundo desafío es con respecto al monitoreo de los resultados (en términos, por ejemplo, de reducción de emisiones) siendo por un lado el reto de cómo evitar la doble contabilidad y por otro lado es como contabilizar todo el impacto de acciones subnacionales que pueden estar escapando del registro. Este último reto es de suma importancia, dado que representa el principal obstáculo para poder contabilizar los aportes desde las acciones climáticas subnacionales al cumplimiento de los compromisos nacionales, como también la efectividad de las políticas nacionales para lograr la mitigación y adaptación al cambio climático en los territorios.